Buscar este blog

jueves, 29 de julio de 2010

Actividad Forestal


La actividad forestal constituye un aspecto básico de la economía misionera. A pesar de que la reforestación toma cada vez más incremento en la provincia, todavía el peso de la actividad forestal recae sobre la explotación de la selva natural, que le abastece en un 22,5%.

La madera proveniente de los bosques nativos abastece las industrias de aserradero, laminado, terciado, fábricas de viviendas de madera, etc.

El bosque cultivado cubre 200 mil Has.; representa el 16% de la superficie boscosa provincial.

La provincia de Misiones, que posee sólo el 2,4% de la superficie boscosa del país, produce el 37% del total de la madera extraída, ubicándose en el primer lugar como abastecedora de esta materia prima; le siguen a considerable distancia Bs. As., Santa Fe, la zona del Delta, etc.

Una característica muy especial en Misiones, por las bondades del clima y del suelo, es que el desarrollo arbóreo y vegetal en general es más acelerado en relación con otros lugares de nuestro país y del mundo.

De igual manera el hombre, las industrias destruyen con una velocidad muy superior a la de la reproducción de las especies arbóreas, por lo tanto las plantas no tienen el tiempo suficiente como para reproducirse y así se van extinguiendo. Podemos observar también que el clima de nuestra región está cambiando muchísimo y la fertilidad del suelo ya no es la misma que hace algunos años atrás.

LA DEFORESTACIÓN

Retroceso de los bosques
Dondequiera que tuvo lugar, la intervención del hombre dejó una huella indeleble en la naturaleza. Pero no todas las consecuencias de la actividad humana han sido satisfactorias. El fuego y el ganado permitieron romper las grandes barreras forestales y crear ricos labrantíos, pero el resultado final de la deforestación fue destructivo, pues implicó la erosión total del terreno en muchas partes del mundo.
EL DERROCHE FORESTAL
Los cambios más notables de la capa forestal han sido siempre un reflejo de las grandes transformaciones históricas de la sociedad. A comienzos del siglo XVI, las exigencias del desarrollo económico estimularon la tala de árboles en gran escala y a fines del siglo XVIII los bosques cubrían un 18% del territorio del país de Francia.
El avance inexorable de la deforestación destruye la integridad ecológica de muchas regiones del mundo, provoca una gran degradación de los suelos, agrava los excesos climatológicos causantes de las sequías y las inundaciones, interrumpe el suministro de agua potable y reduce la productividad de la tierra.
Millones de personas obligadas a utilizar leña para cocinar sus alimentos y calentar sus hogares se ven privados de un medio de subsistencia cuando escasea la madera. Cuando se tala completamente la selva y se la reemplaza por un monocultivo, es frecuente que los suelos relativamente pobres no puedan soportar más de unos años de cosechas.
Los efectos negativos de la deforestación, y de la merma de los recursos biológicos, no fueron advertidos durante siglos, frente a las necesidades de producción de alimentos, materias primas industriales y derivados forestales, para satisfacer el consumo e impulsar el desarrollo económico y social. Pero la incesante disminución forestal comenzó a evidenciarse como una amenaza contra el medio ambiente y un factor limitativo del bienestar de las naciones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario